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Questões de Espanhol - UECE 2008 | Gabarito e resoluções

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Questão
2008Espanhol

(UECE - 2008) A Petrone le gust el hostal Cervantes por razones que hubieran desagradado a otros. Era un hostal sombro, tranquilo, casi desierto. Alguien lo recomend cuando cruzaba el ro en el vapor, dicindole que se ubicaba en la zona cntrica de Montevideo. Petrone acept una habitacin modesta, con bao en el segundo piso, que daba directamente a la sala de recepcin. Por el tablero de llaves en la portera supo que haba poca gente en el hostal; las llaves estaban unidas a unos pesados discos de bronce con el nmero de la habitacin, inocente recurso de la gerencia para impedir que los clientes se las echaran al bolsillo. El ascensor dejaba frente a la recepcin, donde haba un mostrador con los diarios del da y el tablero telefnico. Le bastaba caminar unos metros para llegar a la habitacin. El agua sala hirviendo, y eso compensaba la escasez de luz y falta de sol y aire. En la habitacin haba una pequea ventana que daba a la azotea del cine contiguo; 1a menudo una paloma se paseaba por ah. El cuarto de bao tena una ventana ms grande, que se abra tristemente a un muro y a un lejano pedazo de cielo. Los muebles eran buenos, haba cajones y estantes de sobra. Y muchas perchas, cosa rara. 2El gerente result ser un hombre alto y flaco, completamente calvo. Usaba anteojos con armazn de oro y hablaba con la voz fuerte y sonora de los uruguayos. Le dijo a Petrone que el segundo piso era muy tranquilo y que en la nica habitacin contigua a la suya viva una seora sola, empleada en alguna parte, que volva al hostal a la cada de la noche. Petrone la encontr al da siguiente en el ascensor. Se dio cuenta de que era ella por el nmero de la llave que tena en la palma de la mano, como si ofreciera una enorme moneda de oro. El portero tom la llave y la de Petrone para colgarlas en el tablero y se qued hablando con la mujer sobre unas cartas. Petrone 3tuvo tiempo de ver que era todava joven, insignificante, y que se vesta mal como todas las orientales. Antes de salir Petrone charl con el empleado que atenda la recepcin y que hablaba con acento alemn. Mientras se informaba sobre lneas de autobs y nombres de calles, miraba distrado la gran sala en cuyo extremo estaban las dos puertas de su habitacin, y la de la seora sola. Entre las dos puertas haba un pedestal con una nefasta rplica de la Venus de Milo. Otra puerta, en la pared lateral, daba a una salita con 4butacas y alfombras. Cuando el empleado y Petrone callaban, el silencio del hostal pareca coagularse, caer como ceniza sobre los muebles y las baldosas. El ascensor resultaba casi estrepitoso, y lo mismo el ruido de las hojas de un diario o el raspar de un fsforo. CORTZAR, Julio. Cuentos Completos 1. Alfaguara, Mxico, 1966, pp. 310-311. Adaptado. En las frases el gerente result ser un hombre alto y FLACO (ref. 2) y tuvo tiempo de ver que era TODAVA joven (ref. 3), los trminos en letras destacadas:

Questão
2008Espanhol

(UECE - 2008) Al da siguiente, el nio, que se llamaba Peter, se despert 1tras un sueo intranquilo y se encontr convertido en una persona gigante, un adulto. 5Quiso mover los brazos y las piernas, pero eran bastante pesados y el esfuerzo fue excesivo para l tan 8temprano por la maana. De modo que tuvo que quedarse quieto y escuchar los pjaros que estaban al otro lado de la ventana y que lo miraban. La habitacin era la misma, 2aunque pareca mucho ms pequea y, adems, daba la impresin de que haca tiempo no la limpiaban. Tena la boca seca, le dola la cabeza y se senta algo atontado. Le doli parpadear. Se dio cuenta de que haba bebido demasiado vino la vspera. Y 9quiz tambin haba comido en demasa, porque senta el estmago lleno. Y haba estado hablando mucho, puesto que le dola la garganta. Gru y se puso de espaldas. 6Hizo un enorme esfuerzo y logr levantar un brazo y llevarse la mano a la cara para frotarse los ojos. La piel a lo largo de la mandbula raspaba al tocarla, como un papel de lija. Tendra que levantarse y afeitarse antes de poder hacer cualquier otra cosa. Y tena que ponerse en accin porque haba un montn de cosas por hacer, recados que cumplir, tareas que realizar. Peor, antes de poder moverse, se qued sorprendido por la visin de su mano. Estaba cubierta de gruesos pelos negros y rizados! Se levant y se sent en el borde de la cama. El rostro denunciaba su sobresalto. Tena el cuerpo peludo por todas partes, con nuevos msculos en los brazos y las piernas. Cuando por fin se puso de pie, casi se dio en la cabeza con una de las vigas bajas del desvn, que era su dormitorio. - Esto es ridculo - empez a decir, 3pero su propia voz le sorprendi. Necesitaba lavarse los dientes y hacer grgaras. 10Al cruzar la habitacin4 hacia el lavabo, las tablas del suelo crujieron bajo su peso. Cuando lleg al lavabo, 7tuvo que acurrucarse para examinarse la cara en el espejo. Descubri que saba afeitarse. Haba observado muchas veces a su padre. Al acabar, la cara se pareci ms a la suya. De hecho era mejor, menos hinchada que su cara de once aos, con una mandbula sobresaliente y una mirada atrevida. No est mal, pens. Se visti con la ropa que haba sobre una silla y baj. Imagin que todo el mundo iba a sorprenderse, en el desayuno, cuando lo vieran diez aos mayor y treinta centmetros ms alto que la noche anterior. 11Empero, nadie dijo nada. Cuando termin de comer, sali al jardn y se detuvo ante el riachuelo. Era un hermoso da. El 12agua que corra bajo el puente de madera produca un agradable sonido y l estaba excitado con su transformacin. Cruz despus el jardn hasta llegar al camino elevado por el que haba pasado 13antao el ferrocarril. Haba llegado a su destino. (McEwan, Ian, En las Nubes, Editorial Anagrama, Barcelona, 1994, pp.140-143. Adaptado.) El empleo del artculo definido EL delante de los sustantivos AGUA y PUENTE (ref. 12) se justifica porque:

Questão
2008Espanhol

(UECE - 2008) Al da siguiente, el nio, que se llamaba Peter, se despert 1tras un sueo intranquilo y se encontr convertido en una persona gigante, un adulto. 5Quiso mover los brazos y las piernas, pero eran bastante pesados y el esfuerzo fue excesivo para l tan 8temprano por la maana. De modo que tuvo que quedarse quieto y escuchar los pjaros que estaban al otro lado de la ventana y que lo miraban. La habitacin era la misma, 2aunque pareca mucho ms pequea y, adems, daba la impresin de que haca tiempo no la limpiaban. Tena la boca seca, le dola la cabeza y se senta algo atontado. Le doli parpadear. Se dio cuenta de que haba bebido demasiado vino la vspera. Y 9quiz tambin haba comido en demasa, porque senta el estmago lleno. Y haba estado hablando mucho, puesto que le dola la garganta. Gru y se puso de espaldas. 6Hizo un enorme esfuerzo y logr levantar un brazo y llevarse la mano a la cara para frotarse los ojos. La piel a lo largo de la mandbula raspaba al tocarla, como un papel de lija. Tendra que levantarse y afeitarse antes de poder hacer cualquier otra cosa. Y tena que ponerse en accin porque haba un montn de cosas por hacer, recados que cumplir, tareas que realizar. Peor, antes de poder moverse, se qued sorprendido por la visin de su mano. Estaba cubierta de gruesos pelos negros y rizados! Se levant y se sent en el borde de la cama. El rostro denunciaba su sobresalto. Tena el cuerpo peludo por todas partes, con nuevos msculos en los brazos y las piernas. Cuando por fin se puso de pie, casi se dio en la cabeza con una de las vigas bajas del desvn, que era su dormitorio. - Esto es ridculo - empez a decir, 3pero su propia voz le sorprendi. Necesitaba lavarse los dientes y hacer grgaras. 10Al cruzar la habitacin4 hacia el lavabo, las tablas del suelo crujieron bajo su peso. Cuando lleg al lavabo, 7tuvo que acurrucarse para examinarse la cara en el espejo. Descubri que saba afeitarse. Haba observado muchas veces a su padre. Al acabar, la cara se pareci ms a la suya. De hecho era mejor, menos hinchada que su cara de once aos, con una mandbula sobresaliente y una mirada atrevida. No est mal, pens. Se visti con la ropa que haba sobre una silla y baj. Imagin que todo el mundo iba a sorprenderse, en el desayuno, cuando lo vieran diez aos mayor y treinta centmetros ms alto que la noche anterior. 11Empero, nadie dijo nada. Cuando termin de comer, sali al jardn y se detuvo ante el riachuelo. Era un hermoso da. El 12agua que corra bajo el puente de madera produca un agradable sonido y l estaba excitado con su transformacin. Cruz despus el jardn hasta llegar al camino elevado por el que haba pasado 13antao el ferrocarril. Haba llegado a su destino. (McEwan, Ian, En las Nubes, Editorial Anagrama, Barcelona, 1994, pp.140-143. Adaptado.) Las voces quiso (ref. 5), hizo (ref. 6) y tuvo (ref. 7) pertenecen a verbos que son:

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