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Questões de Espanhol - UFPR 2015 | Gabarito e resoluções

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Questão 73
2015Espanhol

(UFPR - 2015- 1 FASE) En todo artefacto delicado, resistente y complejo, como la ciudad, hay tambin un potencial de desorden, encarnizado en desmentir el ideal de sistema integrado que contradicen la intemperie, los espacios abiertos, las calles, las vas de transporte y, sobre todo, la competencia por ocupar materialmente los edificios y la tierra. Slo una tipologa, la del shopping center, resiste al principio diablico del desorden, exorcizado por la perfecta adecuacin entre finalidad y disposicin del espacio. El orden del mercado es mil veces ms eficaz que el orden pblico: de donde la dinmica de la mercanca es ms fuerte que el Estado. Ir de compras se ha convertido en el ingrediente principal de cualquier sustancia urbana. El cambio es colosal. La ciudad sola ser gratis; ahora hay que pagar por ella. El shopping center asegura algunos de los requisitos que se exigen de una ciudad: orden, claridad, limpieza, seguridad, y que no estn garantizados en las ciudades de los pases pobres o slo se obtienen parcialmente fuera de los enclaves del capitalismo globalizado. El shopping da la ilusin de independizarse de la ciudad y del clima: la luz es inalterable y los olores son siempre los mismos. Frente al relativo azar de lo que podra suceder en la calle, el shopping repite sus ritmos detrs de sus superficies glaseadas. Los que defienden esa forma con que el mercado influy sobre la urbanstica de muchas ciudades se apoyan precisamente en razones de uso regulado y normalizado: en el shopping los viejos y los adolescentes pueden pasear seguros, hay servicios al alcance de todo el mundo, es muy difcil robar o ser robado, y lo que se da para ver es lo que todos quieren mirar. A diferencia de la calle y de los llamados centros comerciales al aire libre, sobre los cuales no hay control de la puesta en escena ni del diseo, en el shopping nada es casual. Los visitantes se desplazan en una atmsfera artificial como los peces domsticos en sus recipientes oxigenados, decorados con plantas marinas. ltima invencin urbana del mercado, el shopping lleg en el momento en que se crey que la ciudad se volva insegura o, mejor dicho, en que la inseguridad se convirti en una preocupacin central. La forma de enfrentar los cambios que sucedieron en todas las ciudades del mundo, el mercado ofreci su creacin: el shopping. SARLO, Beatriz. La ciudad vista: Mercancas y cultura urbana. Buenos Aires: Siglo XXI, 2009. Texto adaptado. Para que las ciudades comporten la presencia de los shopping centers se hace necesario un cambio cultural que:

Questão 74
2015Espanhol

(UFPR - 2015- 1 FASE) En todo artefacto delicado, resistente y complejo, como la ciudad, hay tambin un potencial de desorden, encarnizado en desmentir el ideal de sistema integrado que contradicen la intemperie, los espacios abiertos, las calles, las vas de transporte y, sobre todo, la competencia por ocupar materialmente los edificios y la tierra. Slo una tipologa, la del shopping center, resiste al principio diablico del desorden, exorcizado por la perfecta adecuacin entre finalidad y disposicin del espacio. El orden del mercado es mil veces ms eficaz que el orden pblico: de donde la dinmica de la mercanca es ms fuerte que el Estado. Ir de compras se ha convertido en el ingrediente principal de cualquier sustancia urbana. El cambio es colosal. La ciudad sola ser gratis; ahora hay que pagar por ella. El shopping center asegura algunos de los requisitos que se exigen de una ciudad: orden, claridad, limpieza, seguridad, y que no estn garantizados en las ciudades de los pases pobres o slo se obtienen parcialmente fuera de los enclaves del capitalismo globalizado. El shopping da la ilusin de independizarse de la ciudad y del clima: la luz es inalterable y los olores son siempre los mismos. Frente al relativo azar de lo que podra suceder en la calle, el shopping repite sus ritmos detrs de sus superficies glaseadas. Los que defienden esa forma con que el mercado influy sobre la urbanstica de muchas ciudades se apoyan precisamente en razones de uso regulado y normalizado: en el shopping los viejos y los adolescentes pueden pasear seguros, hay servicios al alcance de todo el mundo, es muy difcil robar o ser robado, y lo que se da para ver es lo que todos quieren mirar. A diferencia de la calle y de los llamados centros comerciales al aire libre, sobre los cuales no hay control de la puesta en escena ni del diseo, en el shopping nada es casual. Los visitantes se desplazan en una atmsfera artificial como los peces domsticos en sus recipientes oxigenados, decorados con plantas marinas. ltima invencin urbana del mercado, el shopping lleg en el momento en que se crey que la ciudad se volva insegura o, mejor dicho, en que la inseguridad se convirti en una preocupacin central. La forma de enfrentar los cambios que sucedieron en todas las ciudades del mundo, el mercado ofreci su creacin: el shopping. SARLO, Beatriz.La ciudad vista: Mercancas y cultura urbana. Buenos Aires: Siglo XXI, 2009. Texto adaptado. De las alternativas abajo la que mejor y ms ampliamente dara ttulo al texto es:

Questão 75
2015Espanhol

(UFPR - 2015- 1 FASE) En todo artefacto delicado, resistente y complejo, como la ciudad, hay tambin un potencial de desorden, encarnizado en desmentir el ideal de sistema integrado que contradicen la intemperie, los espacios abiertos, las calles, las vas de transporte y, sobre todo, la competencia por ocupar materialmente los edificios y la tierra. Slo una tipologa, la del shopping center, resiste al principio diablico del desorden, exorcizado por la perfecta adecuacin entre finalidad y disposicin del espacio. El orden del mercado es mil veces ms eficaz que el orden pblico: de donde la dinmica de la mercanca es ms fuerte que el Estado. Ir de compras se ha convertido en el ingrediente principal de cualquier sustancia urbana. El cambio es colosal. La ciudad sola ser gratis; ahora hay que pagar por ella. El shopping center asegura algunos de los requisitos que se exigen de una ciudad: orden, claridad, limpieza, seguridad, y que no estn garantizados en las ciudades de los pases pobres o slo se obtienen parcialmente fuera de los enclaves del capitalismo globalizado. El shopping da la ilusin de independizarse de la ciudad y del clima: la luz es inalterable y los olores son siempre los mismos. Frente al relativo azar de lo que podra suceder en la calle, el shopping repite sus ritmos detrs de sus superficies glaseadas. Los que defienden esa forma con que el mercado influy sobre la urbanstica de muchas ciudades se apoyan precisamente en razones de uso regulado y normalizado: en el shopping los viejos y los adolescentes pueden pasear seguros, hay servicios al alcance de todo el mundo, es muy difcil robar o ser robado, y lo que se da para ver es lo que todos quieren mirar. A diferencia de la calle y de los llamados centros comerciales al aire libre, sobre los cuales no hay control de la puesta en escena ni del diseo, en el shopping nada es casual. Los visitantes se desplazan en una atmsfera artificial como los peces domsticos en sus recipientes oxigenados, decorados con plantas marinas. ltima invencin urbana del mercado, el shopping lleg en el momento en que se crey que la ciudad se volva insegura o, mejor dicho, en que la inseguridad se convirti en una preocupacin central. La forma de enfrentar los cambios que sucedieron en todas las ciudades del mundo, el mercado ofreci su creacin: el shopping. SARLO, Beatriz.La ciudad vista: Mercancas y cultura urbana. Buenos Aires: Siglo XXI, 2009. Texto adaptado. Tratando el shopping center como un acuario, de manera metafrica, la autora destaca:

Questão 76
2015Espanhol

(UFPR - 2015- 1 FASE) En todo artefacto delicado, resistente y complejo, como la ciudad, hay tambin un potencial de desorden, encarnizado en desmentir el ideal de sistema integrado que contradicen la intemperie, los espacios abiertos, las calles, las vas de transporte y, sobre todo, la competencia por ocupar materialmente los edificios y la tierra. Slo una tipologa, la del shopping center, resiste al principio diablico del desorden, exorcizado por la perfecta adecuacin entre finalidad y disposicin del espacio. El orden del mercado es mil veces ms eficaz que el orden pblico: de donde la dinmica de la mercanca es ms fuerte que el Estado. Ir de compras se ha convertido en el ingrediente principal de cualquier sustancia urbana. El cambio es colosal. La ciudad sola ser gratis; ahora hay que pagar por ella. El shopping center asegura algunos de los requisitos que se exigen de una ciudad: orden, claridad, limpieza, seguridad, y que no estn garantizados en las ciudades de los pases pobres o slo se obtienen parcialmente fuera de los enclaves del capitalismo globalizado. El shopping da la ilusin de independizarse de la ciudad y del clima: la luz es inalterable y los olores son siempre los mismos. Frente al relativo azar de lo que podra suceder en la calle, el shopping repite sus ritmos detrs de sus superficies glaseadas. Los que defienden esa forma con que el mercado influy sobre la urbanstica de muchas ciudades se apoyan precisamente en razones de uso regulado y normalizado: en el shopping los viejos y los adolescentes pueden pasear seguros, hay servicios al alcance de todo el mundo, es muy difcil robar o ser robado, y lo que se da para ver es lo que todos quieren mirar. A diferencia de la calle y de los llamados centros comerciales al aire libre, sobre los cuales no hay control de la puesta en escena ni del diseo, en el shopping nada es casual. Los visitantes se desplazan en una atmsfera artificial como los peces domsticos en sus recipientes oxigenados, decorados con plantas marinas. ltima invencin urbana del mercado, el shopping lleg en el momento en que se crey que la ciudad se volva insegura o, mejor dicho, en que la inseguridad se convirti en una preocupacin central. La forma de enfrentar los cambios que sucedieron en todas las ciudades del mundo, el mercado ofreci su creacin: el shopping. SARLO, Beatriz.La ciudad vista: Mercancas y cultura urbana. Buenos Aires: Siglo XXI, 2009. Texto adaptado. En el momento en que el shopping center fue creado haba:

Questão 77
2015Espanhol

(UFPR - 2015- 1 FASE) La vida artificial ya est aqu Cientficos de varias universidades norteamericanas y europeas han logrado el monte Everest de la biologa sinttica, como dicen los editores de Science: el primer cromosoma eucaritico fabricado en el laboratorio. Se trata de un cromosoma de levadura, el hongo que se usa para hacer cerveza, pan, biocombustible y la mitad de la investigacin sobre los organismos eucariotas, como nosotros. La capacidad de introducirle un cromosoma sinttico a ese organismo permitir mejorar todo lo anterior, como hacer biocombustibles ms sostenibles para el entorno o disear nuevos antibiticos, adems de un nuevo continente de investigacin sobre la pregunta del milln: cmo construir el genoma entero de un organismo superior. La reconstruccin de un neandertal, por ejemplo, sera imposible sin este paso esencial. La biologa sinttica es una disciplina emergente que trata no ya de modificar organismos, sino de disearlos a partir de principios bsicos. En los ltimos cinco aos ha logrado avances espectaculares, como la sntesis artificial del genoma completo de una bacteria y varios virus. Pero esta es la primera vez que consigue fabricar un cromosoma completo y funcional de un organismo superior, o eucariota (una clula buena, en griego, la que forma los humanos). El consorcio liderado por Srinivasan Chandrasegaran, del Departamento de Ciencias de la Salud Ambiental de la Universidad Johns Hopkins, con la colaboracin de Jef Boeke, presenta su rompedor resultado en la revista Science. Nuestra investigacin mueve la aguja de la biologa sinttica desde la teora hasta la realidad, dice Boeke, uno de los pioneros de este campo. Este trabajo representa el mayor paso que se ha dado hasta la fecha en el esfuerzo internacional para construir el genoma completo de una levadura sinttica. [...] Echando la vista ms hacia el futuro, cabe especular sobre la resurreccin de especies extintas como el mamut o el neandertal, cuyos genomas ya han sido secuenciados a partir de sus restos fsiles. Si estos proyectos llegan a abordarse alguna vez, tendrn que basarse en una tcnica similar a la que Boeke y sus colegas acaban de poner a punto para este engaosamente simple hongo que tan servicial ha resultado a la especie humana desde los albores del neoltico. Disponible en: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/27/actualidad/1395944376_149099.html. El texto La vida artificial ya est aqu tiene como objetivo principal:

Questão 78
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(UFPR - 2015- 1 FASE) La vida artificial ya est aqu Cientficos de varias universidades norteamericanas y europeas han logrado el monte Everest de la biologa sinttica, como dicen los editores de Science: el primer cromosoma eucaritico fabricado en el laboratorio. Se trata de un cromosoma de levadura, el hongo que se usa para hacer cerveza, pan, biocombustible y la mitad de la investigacin sobre los organismos eucariotas, como nosotros. La capacidad de introducirle un cromosoma sinttico a ese organismo permitir mejorar todo lo anterior, como hacer biocombustibles ms sostenibles para el entorno o disear nuevos antibiticos, adems de un nuevo continente de investigacin sobre la pregunta del milln: cmo construir el genoma entero de un organismo superior. La reconstruccin de un neandertal, por ejemplo, sera imposible sin este paso esencial. La biologa sinttica es una disciplina emergente que trata no ya de modificar organismos, sino de disearlos a partir de principios bsicos. En los ltimos cinco aos ha logrado avances espectaculares, como la sntesis artificial del genoma completo de una bacteria y varios virus. Pero esta es la primera vez que consigue fabricar un cromosoma completo y funcional de un organismo superior, o eucariota (una clula buena, en griego, la que forma los humanos). El consorcio liderado por Srinivasan Chandrasegaran, del Departamento de Ciencias de la Salud Ambiental de la Universidad Johns Hopkins, con la colaboracin de Jef Boeke, presenta su rompedor resultado en la revista Science. Nuestra investigacin mueve la aguja de la biologa sinttica desde la teora hasta la realidad, dice Boeke, uno de los pioneros de este campo. Este trabajo representa el mayor paso que se ha dado hasta la fecha en el esfuerzo internacional para construir el genoma completo de una levadura sinttica. [...] Echando la vista ms hacia el futuro, cabe especular sobre la resurreccin de especies extintas como el mamut o el neandertal, cuyos genomas ya han sido secuenciados a partir de sus restos fsiles. Si estos proyectos llegan a abordarse alguna vez, tendrn que basarse en una tcnica similar a la que Boeke y sus colegas acaban de poner a punto para este engaosamente simple hongo que tan servicial ha resultado a la especie humana desde los albores del neoltico. Disponible en: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/27/actualidad/1395944376_149099.html. Para ejemplificar la importancia del estudio descripto en el texto, el autor:

Questão 79
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(UFPR - 2015- 1 FASE) La vida artificial ya est aqu Cientficos de varias universidades norteamericanas y europeas han logrado el monte Everest de la biologa sinttica, como dicen los editores de Science: el primer cromosoma eucaritico fabricado en el laboratorio. Se trata de un cromosoma de levadura, el hongo que se usa para hacer cerveza, pan, biocombustible y la mitad de la investigacin sobre los organismos eucariotas, como nosotros. La capacidad de introducirle un cromosoma sinttico a ese organismo permitir mejorar todo lo anterior, como hacer biocombustibles ms sostenibles para el entorno o disear nuevos antibiticos, adems de un nuevo continente de investigacin sobre la pregunta del milln: cmo construir el genoma entero de un organismo superior. La reconstruccin de un neandertal, por ejemplo, sera imposible sin este paso esencial. La biologa sinttica es una disciplina emergente que trata no ya de modificar organismos, sino de disearlos a partir de principios bsicos. En los ltimos cinco aos ha logrado avances espectaculares, como la sntesis artificial del genoma completo de una bacteria y varios virus. Pero esta es la primera vez que consigue fabricar un cromosoma completo y funcional de un organismo superior, o eucariota (una clula buena, en griego, la que forma los humanos). El consorcio liderado por Srinivasan Chandrasegaran, del Departamento de Ciencias de la Salud Ambiental de la Universidad Johns Hopkins, con la colaboracin de Jef Boeke, presenta su rompedor resultado en la revista Science. Nuestra investigacin mueve la aguja de la biologa sinttica desde la teora hasta la realidad, dice Boeke, uno de los pioneros de este campo. Este trabajo representa el mayor paso que se ha dado hasta la fecha en el esfuerzo internacional para construir el genoma completo de una levadura sinttica. [...] Echando la vista ms hacia el futuro, cabe especular sobre la resurreccin de especies extintas como el mamut o el neandertal, cuyos genomas ya han sido secuenciados a partir de sus restos fsiles. Si estos proyectos llegan a abordarse alguna vez, tendrn que basarse en una tcnica similar a la que Boeke y sus colegas acaban de poner a punto para este engaosamente simple hongo que tan servicial ha resultado a la especie humana desde los albores del neoltico. Disponible en: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/27/actualidad/1395944376_149099.html. El ttulo est relacionado directamente a la informacin presentada en el texto sobre:

Questão 80
2015Espanhol

(UFPR - 2015- 1 FASE) La vida artificial ya est aqu Cientficos de varias universidades norteamericanas y europeas han logrado el monte Everest de la biologa sinttica, como dicen los editores de Science: el primer cromosoma eucaritico fabricado en el laboratorio. Se trata de un cromosoma de levadura, el hongo que se usa para hacer cerveza, pan, biocombustible y la mitad de la investigacin sobre los organismos eucariotas, como nosotros. La capacidad de introducirle un cromosoma sinttico a ese organismo permitir mejorar todo lo anterior, como hacer biocombustibles ms sostenibles para el entorno o disear nuevos antibiticos, adems de un nuevo continente de investigacin sobre la pregunta del milln: cmo construir el genoma entero de un organismo superior. La reconstruccin de un neandertal, por ejemplo, sera imposible sin este paso esencial. La biologa sinttica es una disciplina emergente que trata no ya de modificar organismos, sino de disearlos a partir de principios bsicos. En los ltimos cinco aos ha logrado avances espectaculares, como la sntesis artificial del genoma completo de una bacteria y varios virus. Pero esta es la primera vez que consigue fabricar un cromosoma completo y funcional de un organismo superior, o eucariota (una clula buena, en griego, la que forma los humanos). El consorcio liderado por Srinivasan Chandrasegaran, del Departamento de Ciencias de la Salud Ambiental de la Universidad Johns Hopkins, con la colaboracin de Jef Boeke, presenta su rompedor resultado en la revista Science. Nuestra investigacin mueve la aguja de la biologa sinttica desde la teora hasta la realidad, dice Boeke, uno de los pioneros de este campo. Este trabajo representa el mayor paso que se ha dado hasta la fecha en el esfuerzo internacional para construir el genoma completo de una levadura sinttica. [...] Echando la vista ms hacia el futuro, cabe especular sobre la resurreccin de especies extintas como el mamut o el neandertal, cuyos genomas ya han sido secuenciados a partir de sus restos fsiles. Si estos proyectos llegan a abordarse alguna vez, tendrn que basarse en una tcnica similar a la que Boeke y sus colegas acaban de poner a punto para este engaosamente simple hongo que tan servicial ha resultado a la especie humana desde los albores del neoltico. Disponible en: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/27/actualidad/1395944376_149099.html. La expresin la pregunta del milln es usada en el texto para:

Questão
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(UFPR -2015) El 34 Alejandro Zambra Los profesores nos llamaban por el nmero de lista, por lo que slo sabamos los nombres de los compaeros ms cercanos. Lo digo como disculpa: ni siquiera conozco el nombre de mi personaje. Pero recuerdo con precisin al 34 y creo que l tambin me recordara. En ese tiempo yo era el 45. Gracias a la inicial de mi apellido gozaba de una identidad ms firme que los dems. Todava siento familiaridad con ese nmero. Era bueno ser el ltimo, el 45. Era mucho mejor que ser, por ejemplo, el 15 o el 27. Lo primero que recuerdo del 34 es que a veces coma zanahorias a la hora del recreo. Su madre las pelaba y acomodaba armoniosamente en un pequeo tupperware, que l abra desmontando con cautela las esquinas superiores. Meda la dosis exacta de fuerza como si practicara un arte dificilsimo. Pero ms importante que su gusto por las zanahorias era su condicin de repitente, el nico del curso. Para nosotros repetir de curso era un hecho vergonzante. En nuestras cortas vidas nunca habamos estado cerca de esa clase de fracasos. Tenamos once o doce aos, acabbamos de ingresar al Instituto Nacional, el colegio ms prestigioso de Chile, y nuestros expedientes eran, por tanto, intachables. Pero ah estaba el 34: su presencia demostraba que el fracaso era posible, que era incluso llevadero, porque l luca su estigma con naturalidad, como si estuviera, en el fondo, contento de repasar las mismas materias. Usted es cara conocida, le deca a veces algn profesor, socarronamente, y el 34 responda con gentileza: s seor, soy repitente, el nico repitente del curso. Pero estoy seguro de que este ao ser mejor para m. El comportamiento del 34 contradeca por completo la conducta natural de los repitentes. Se supone que los repitentes son hoscos y se integran a destiempo y de malas ganas al contexto de su nuevo curso, pero el 34 se mostraba siempre dispuesto a compartir con nosotros en igualdad de condiciones. No padeca ese arraigo al pasado que hace de los repitentes tipos infelices o melanclicos, a la siga perpetua de sus compaeros del ao anterior, o en batalla incesante contra los supuestos culpables de su situacin. Temblbamos cada vez que el 34 daba muestras, en clases, de su innegable inteligencia. Pero no alardeaba, al contrario, solamente intervena para proponer nuevos puntos de vista o sealar su opinin sobre temas complejos. Deca cosas que no salan en los libros y nosotros lo admirbamos por eso, pero admirarlo era una forma de cavar la propia tumba: si haba fracasado alguien tan listo, con mayor razn fracasaramos nosotros. Conjeturbamos, entonces, a sus espaldas, los verdaderos motivos de su repitencia: inventbamos enrevesados conflictos familiares o enfermedades muy largas y penosas, pero en el fondo sabamos que el fracaso del 34 era estrictamente acadmico. Sabamos que su fracaso sera, maana, el nuestro. Disponible en: http://www.literalmagazine.com/english_post/el-34/ La existencia de un repitente en el colegio pareca improbable ya que

Questão
2015Espanhol

(UFPR -2015) El 34 Alejandro Zambra Los profesores nos llamaban por el nmero de lista, por lo que slo sabamos los nombres de los compaeros ms cercanos. Lo digo como disculpa: ni siquiera conozco el nombre de mi personaje. Pero recuerdo con precisin al 34 y creo que l tambin me recordara. En ese tiempo yo era el 45. Gracias a la inicial de mi apellido gozaba de una identidad ms firme que los dems. Todava siento familiaridad con ese nmero. Era bueno ser el ltimo, el 45. Era mucho mejor que ser, por ejemplo, el 15 o el 27. Lo primero que recuerdo del 34 es que a veces coma zanahorias a la hora del recreo. Su madre las pelaba y acomodaba armoniosamente en un pequeo tupperware, que l abra desmontando con cautela las esquinas superiores. Meda la dosis exacta de fuerza como si practicara un arte dificilsimo. Pero ms importante que su gusto por las zanahorias era su condicin de repitente, el nico del curso. Para nosotros repetir de curso era un hecho vergonzante. En nuestras cortas vidas nunca habamos estado cerca de esa clase de fracasos. Tenamos once o doce aos, acabbamos de ingresar al Instituto Nacional, el colegio ms prestigioso de Chile, y nuestros expedientes eran, por tanto, intachables. Pero ah estaba el 34: su presencia demostraba que el fracaso era posible, que era incluso llevadero, porque l luca su estigma con naturalidad, como si estuviera, en el fondo, contento de repasar las mismas materias. Usted es cara conocida, le deca a veces algn profesor, socarronamente, y el 34 responda con gentileza: s seor, soy repitente, el nico repitente del curso. Pero estoy seguro de que este ao ser mejor para m. El comportamiento del 34 contradeca por completo la conducta natural de los repitentes. Se supone que los repitentes son hoscos y se integran a destiempo y de malas ganas al contexto de su nuevo curso, pero el 34 se mostraba siempre dispuesto a compartir con nosotros en igualdad de condiciones. No padeca ese arraigo al pasado que hace de los repitentes tipos infelices o melanclicos, a la siga perpetua de sus compaeros del ao anterior, o en batalla incesante contra los supuestos culpables de su situacin. Temblbamos cada vez que el 34 daba muestras, en clases, de su innegable inteligencia. Pero no alardeaba, al contrario, solamente intervena para proponer nuevos puntos de vista o sealar su opinin sobre temas complejos. Deca cosas que no salan en los libros y nosotros lo admirbamos por eso, pero admirarlo era una forma de cavar la propia tumba: si haba fracasado alguien tan listo, con mayor razn fracasaramos nosotros. Conjeturbamos, entonces, a sus espaldas, los verdaderos motivos de su repitencia: inventbamos enrevesados conflictos familiares o enfermedades muy largas y penosas, pero en el fondo sabamos que el fracaso del 34 era estrictamente acadmico. Sabamos que su fracaso sera, maana, el nuestro. Disponible en: http://www.literalmagazine.com/english_post/el-34/ La presencia del 34 ensea al narrador que

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