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Disciplina

(UECE - 2011)Hobbes y la mina San Jos[1]Vivimos en

(UECE - 2011)

Hobbes y la mina San José 

 

[1] Vivimos en sociedad y reconocemos algún  

tipo de poder central que dicta y hace  

cumplir normas válidas para todos.  

Aristóteles creyó que vivir en sociedad es  

[5] algo natural, y consideró que el hombre  

aislado o es un bruto o es un dios, o sea,  

algo menos o algo más que un hombre. Por  

su parte, Rousseau y Hobbes estimaron que  

la sociedad es una institución convencional,  

[10] no natural, lo cual significa que ella es  

producto de un acuerdo y no una exigencia  

que derive de la naturaleza del hombre,  

aunque el pacto que habría dado origen a la  

sociedad es sólo una hipótesis y no  

[15] corresponde a un acto realmente acaecido  

en algún momento de la historia de la  

humanidad. Pero si Rousseau creyó que el  

pacto social puso término a una situación  

previa de paz, abundancia y felicidad - el  

[20] llamado estado de naturaleza-, Hobbes  

consideró que en ese momento la vida del  

hombre fue solitaria, pobre, tosca,  

embrutecida y breve. Me siento inclinado al  

punto de vista de Hobbes y Rousseau antes  

[25] que al de Aristóteles, como me considero a  

la vez del lado de Hobbes en su desacuerdo  

con Rousseau acerca de si el estado previo a  

la sociedad fue de paz y felicidad o de  

desamparo y guerra de todos contra todos.  

[30] Apelar a la naturaleza, como hace  

Aristóteles respecto de la sociedad, es sólo  

un intento por conferir mayor fijeza y  

estabilidad a algo que aprobamos o que  

resulta de nuestra conveniencia, mientras  

[35] que ver en el estado previo a la sociedad  

una situación de paz y felicidad, como hizo  

Rousseau, parece francamente ingenuo. Los  

jóvenes hippies de los 60 -roussonianos-

evitaban la sociedad y se retiraban a vivir en 

[40] pequeñas comunidades aisladas, procurando  

recuperar un estado de pureza y concordia,  

mientras que los noveles políticos de esa  

época -hobbsianos- se preparaban en  

distintos partidos para la lucha por el poder.  

[45] Habíamos algunos que, ni hippies ni  

políticos, nos sentíamos más cerca de los  

segundos, aunque un cierto horror a la vida  

gregaria y a las decisiones a mano alzada  

nos llevó a tomar distancia de los partidos,  

[50] mas no de la política, puesto que intuíamos,  

al revés de lo que suele repetirse, que ella  

es prolongación de la guerra, pero por otros  

medios. 

Los 33 trabajadores atrapados en la mina  

[55] San José vivieron su propio estado de  

naturaleza, una condición que se habría  

prolongado durante los primeros cinco días  

del encierro, y en la que cada cual se  

comportó como quiso, sin sujetarse a reglas  

[60] compartidas y sin reconocer autoridad sobre  

el grupo a ninguno de los que se  

encontraban en tan dramática situación.  

Presas del miedo, iban y venían en el fondo  

oscuro de la mina, pesarosos y  

[65] desconcertados, echándose a dormir aquí y  

allá en el momento que se les ocurría,  

ingiriendo alimentos según la necesidad o el  

deseo del momento, y cavilando cada cual  

por separado, o en grupos pequeños y  

[70] dispersos, la mejor manera de dar señales  

de vida y salir del encierro. O sea, vivieron  

la soledad, el desamparo y hasta el  

enfrentamiento del estado de naturaleza  

descrito por Hobbes, aunque por poco  

[75] tiempo, puesto que fueron capaces de  

advertir que sólo actuando unidos tenían  

posibilidades de sobrevivir. Unidos por una  

convención que incluyó pautas de conducta  

que ellos mismos establecieron, división del  

[80] trabajo y un mando sobre el grupo. 

Durante esos primeros cinco días, nuestros  

33 mineros dejaron de vivir en sociedad,  

procediendo luego a establecerla como única  

manera de sobrevivir, dando así doblemente  

[85] la razón a Hobbes: la sociedad es una  

institución convencional, y el acuerdo que la  

origina pone término a un estado previo de  

desamparo, animadversión y violencia. Por  

lo mismo, no hay que reprobar lo que pudo  

[90] acontecer al interior de la mina San José  

durante aquellos cinco días, sino celebrar  

que en tan corto tiempo los 33 hayan  

transitado desde el estado de naturaleza a la  

vida en sociedad. 

AGUSTÍN SQUELLA Periódico “El Mercurio” Santiago de Chile, 29 de octubre de 2010 

 

La frase “Cuando llegamos a la estación el tren ya había salido” trae la forma verbal subrayada en el 

A

pretérito perfecto. 

B

pretérito pluscuamperfecto. 

C

pretérito imperfecto. 

D

pretérito anterior.